Aquellos Guardias Civiles

Que lejos queda, pero pervive en la memoria de los sevillanos, la estampa tan cofrade como marcial de ver a la Guardia Civil tras los pasos de Cristo y de Misterio, durante la Semana Santa.

Eran hombres que tras su servicio de protección al ciudadano, se quitaban horas de descanso para los ensayos, y así rendir el mejor y más ferviente homenaje al rey de los hombres.

Imagino como se crea aquella banda, en la que se mezclaron instrumentos casi por casualidad, pareciendo que era un conglomerado de sonidos heterodoxo. Pese a aquella mezcla inimaginable hasta entonces, fueron capaces de crear un estilo. Que se dice pronto, crear un estilo que aún hoy perdura, con los matices lógicos de la evolución, y de un mayor estudio armónico. Ellos crearon la “Agrupación musical”, el estilo sevillano, exportado al resto de España, y que hoy tiene como máximo exponente a la Agrupación musical Virgen de los Reyes, los cuales orgullosos de sus predecesores, los honran portando un uniforme casi exacto al de etiqueta del Benemérito cuerpo.

Fueron muchos años los que Sevilla disfrutó del saber hacer de aquellos Guardias Civiles, que con sus instrumentos hacían estación de penitencia a la Santa Iglesia Catedral todos los días de la semana mayor. Llegaban a dividirse en dos grupos para tocar en dos cortejos el mismo día. El Domingo de Ramos iban tras el Cristo de la buena muerte de la hermandad de la Hiniesta, y tras el Cristo de la Victoria de la hermandad de la Paz, San Bernardo, El Cachorro.... Ellos eran la música de la Semana Santa sevillana.

Tras ellos unos jóvenes del pueblo sevillano de El Arahal, siguieron su estela, mejorando aún el trabajo de sus predecesores. Quedan en el recuerdo sus boinas, que pusieron tan de moda que todas las bandas las llevaban. Introdujeron instrumentos y relegaron al olvido otros. La Hiniesta, La Redención, San Benito, San Bernardo, Montesión.......

Y tras ellos La Hermandad de Jesús Despojado crea su propia agrupación musical, a la que siguieron la de San Julián, San Benito, Redención, La Paz, La lanzada, hasta la famosa banda de cornetas y tambores de la hermandad de las Cigarreras, tuvo la tesitura si optar por avanzar como agrupación o como banda de cornetas y tambores, tomando la segunda opción. Pero fueron “Los despojos” los que heredaron la bandera de ser los estandartes de la Agrupación Musical sevillana.

Hoy existen varias agrupaciones que pasean los sones que crearan aquellos Guardias Civiles por las calles hispalenses. La Encarnación, La Redención, Santa María Magdalena de El Arahal, y Virgen de los Reyes. Más tantas otras que existen en toda España.
Larga vida al puro estilo sevillano de música cofrade.

Los "artistas"

Pues bien ya llegó el comunicado de rigor de los "artistas" apoyando a quien está dispuesto a pagarles el canon. Y han firmado pues..... los de siempre. Me sorprende que algunos de firmantes tengan talento, porque pienso que no necesitan del canon para poder vivir. Se puede decir entonces que creen en José Luis sin ningún ánimo de lucro. Pero yo no estoy deacuerdo con esa aseveración. La razón es que son demasiado poderosos los que están siempre bajo el brazo de la izquierda más rancia y rastrera que existe en Europa.

¿Donde están los de "Nunca Mais" que no van como voluntarios a las costas de Algeciras, y no fueron a Ibiza? Posiblemente estén preparando otro barco para undir, por si el Partido Popular gana las elecciones. ¿Y los de "No a la Guerra", que no se oponen a la intervención de España en Afganistán? La calaña de estos señores, que creen representar a un pueblo, es bastante bajuna, por no decir completamente. Para muestra, un botón, las declaraciones de Javier Bardem en Cuba acusando de crimenes de guerra a Bush, Blair y Aznar. La verdad es que llama la atención acusar de crímenes de guerra a tres presidentes elegidos democráticamente y no denunciar las canayadas ejercidas por el régimen del asesino, mentiroso, rastrero y déspota Fidel Castro. Esos son los "artistas", ya Javier Bardem tiene talento, pero siguiendo su propia lógica causa efecto, podemos decir que es un "asesino", pues no condena las fechorías de un régimen como el del moribundo Castro. Y no considero que sea un asesino, pero él si lo haría si alguien aprobara el franquismo o la dictadura de Pinochet.

También es llamativo que sean todos los firmantes del manifiesto personajes muy acaudalados, pues yo no veo a esos proletarios apoyando el manifiesto. Claro es que a los proletarios es a los que de verdad le cuesta llegar fin de mes, a los que les han subido la hipoteca, a los que les cuesta la vida poder tener una vivienda digna, e incluso encontrar trabajo.

Deduzco pues que todos los firmantes del manifiesto comulgan con la política llevada durante estos cuatro años, (perdón por lo de comulgar, ellos no comulgan, comparten opinión). Es decir están deacuerdo con que las tropas del ejercito español estén en la guerra de Afganistán; también lo estarán en que E.T.A. esté llevandose dinero de los contribullentes, por haberles dejado presentarse a las elecciones municipales y a las autonómicas; están deacuerdo con una ley de paridad en la que los méritos de las personas no importan, sino su condición sexual; Comparten la postura del gobierno de designar los fiscales a dedo así como los jueces, y por supuesto de acatar las leyes sólo para unos pocos y cuando interesa; no creo que desaprueben que a las arcas de todos los españoles les costara un ingente dineral que no se reprobara a la nefasta ministra de fomento; indudablemente aplauden una ley de memoria histórica para reescribir la historia, y donde se actúa como el régimen de la dictadura anteponiendo "buenos" a "malos". Y así podría seguir durante párrafos.

Por una relación causa efecto, si José Luis Rodríguez es un traidor a España, se puede decir que todos los que lo aplauden también lo son.

Sevilla, la Jerusalem de occidente

Ya llegó. Estamos en esos días, en esas fechas que cada año llegan y nos recuerdan el martirio que sufrió un nazareno, un hombre, que era Dios, para redimir al resto de hombres. Y sobretodo nos recuerda que venció a la muerte.

Sevilla, llamada la Jerusalem de occidente, nos representa cual fue la pasión de Jesús, el Nazareno.

El Nazareno entra en la Jerusalem de occidente por la plaza del salvador, rodeado de niños que lo acompañan en su triunfal paseo por Sevilla, vitoreandolo con palmas. Celebra la última cena en la plaza de los Terceros, donde Judas ya sabe cual será su traición, y el resto de apostoles no se imaginan lo que les viene poco después. Jesús, mientras sus seguidores duermen orará en la calle Feria, y por la alameda. Es traicionado por Judas en la Calle Santiago y lo prenden en la calle Orfila, pese a la oposición del gremio de panaderos. Una vez prendido cautivo y sólo es consolado por el barrio del Tiro de linea. Lo presentan a Anás, y lo abofetean en el barrio de San Lorenzo, lo presentan a Herodes que lo desprecia en San Juan de la Palma. Ante Caifás en Triana, es ayudado por la cuadrilla de costaleros que hacen lo posible por mitigar su dolor.

Finalmente Pilatos lo presenta al pueblo sevillano en el barrio que ya no es barrio, La Calzada. Y ante nosotros se desentiende de su ajusticiamiento. Se lee su sentencia bajo el Arco de La Macarena. Lo despojan de sus vestiduras por la calle Castelar, con el sufrimiento de las cigarreras es azotado en los Remedios, lo coronan de espinas en la calle Laraña, y se burlan de Él por la calle Águilas. Le colocan la Cruz en la que será sacrificado en el barrio del Porvenir, y la paseará por Sevilla, por San Lorenzo, donde saca el poder de Dios, su Gran Poder. Camina por la puerta Osario, donde es ayudado por Simón de Cirene. Continúa su camino por Laraña, por San Román.... Cae tres veces, en San Isidoro, en San Vicente y en Triana, donde se refleja la Esperanza de los sevillanos en su resurrección. Una vez en el Calvario abraza su Cruz en la plaza del Duque, en silencio... Lo clavan y ponen la Cruz en pie ayudados por dos caballos en Santa Catalina, pasa Sed en Nerbión y le clavan una lanza en la Calle Trajano. Pronuncia las siete palabras por Alfonso XII, y comienza su fin en Mateos Gago, se retuerce en la plaza del Museo y termina de expirar en Triana. Ya muerto lo vemos por la Calle San Fernando, acompañado de los estudiantes sevillanos. Lo descienden el la plaza de San Pablo, y en el arenal su madre lo llora. Lo amortajan las hermanas de la Cruz en la calle de Santa Angela de la Cruz. Y fianlmente su feretro se pasea en una urna de cristal hasta la Catedral.

Pero en Santa Marina, dará sentido a nuestra Fé, resucitando cada Domingo de Resurrección. Y Sevilla lo celabra con un festejo taurino para proclamar al mundo la buena nueva.

He dicho.