Cristianos evangélicos

Me defino como cristiano, católico, apostólico y romano. Quería dejar eso muy claro. Y el hecho de escribir sobre los hemanos evangélicos es porque los he conocido.

Reconozco mis prejuicios hacia las iglesias evangélicas, no me gustaban, me parecían sectas en las que unos pocos avispados se aprovechaban de las desgracias de almas cándidas. Pero me cambió la opinión conocer a un miembro de una de esas iglesias, quizá la más importante de la provincia de Sevilla. Nos conocimos como personas, independientemente de nuestras creencias religiosas, y después de un cierto tiempo, hablamos de Dios. Sí, se puede hablar de Dios con una persona que no lo ve como nosotros.

Y como es lógico, pensamos de manera muy parecida, tanto él como yo seguimos a Cristo. Como personas con "dos dedos de frente" indagabamos en nuestras coincidencias, y debatíamos sobre nuestras diferencias.

A raiz de ese encuentro en mi vida, conocí también que una persona muy admirada por mi, y a la que sigo su obra desde hace años, también es evangélico, se trata de César Vidal. Más a favor de mi opinión de los cristianos evangélicos, que cada día era más positiva.

Sin saber como ni por qué, un día me entero de el significado de la palabra "ecuménico", que se trata de los trabajos de la Iglesia católica, a la que pertenezco yo, para la unión de todos los cristianos. Que bonito sueño, ¿por qué no luchar por él?

He visitado una iglesia evangélica, me han atendido como a un hermano más, y me he sentido entre hermanos cristianos. Yo reitero mi condición de católico, de la que me siento seguro y orgulloso, pero igual que me siento unido a los judíos, pues su religión y la mía parten del mismo Dios, ¿como no sentirme unido al resto de confesiones cristianas?

No me gusta que juzguen a la Iglesia católica por el comportamiento de uno de sus miembros, y tampoco juzgo ya a las iglesias evangélicas por lo que hacen algunos desalmados camuflandose bajo dicho nombre.

¿Por qué no celebrar juntos la navidad y la resurreción de nuestro Señor? Vamos a buscar nuestras coincidencias, no incidir en lo que nos diferencia. Nos une lo más importante, nos une Cristo.

Amén.