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jueves, agosto 09, 2007

Rosa Regás, a por tabaco.


Hace tiempo leí un articulo de "el maestro", Carlos Herrera, en el cual él nos instaba a leer, "Lean, lean, aunque solo sea la etiqueta del champú". Bien eso lo decía un señor que es periodista y amante de la libertad, entre otras muchas cosas. Pues curiosamente hay una señora que se alegra de que cada vez se vendan menos periódicos. Aunque después matizó, se alegra de que se vendan menos peródicos de extrema derecha. Imagino que muchos de ustedes habrán pensado lo mismo que yo, han vuelto a editar "El Alcazar". Pues no, no se asusten, es que esta señora es así, y les dice de extrema derecha a todos aquellos que no piensan como ella. Lo curioso es que la que se alegra de que se lea menos es la directora de la biblioteca nacional, Rosa Regás. Muchos la recordarán por aquello que dijo de que a Barrabás lo crucificaron junto a Jesucristo, (recordemos, directora de la biblioteca nacional).



Pero claro que se puede esperar de una persona que ha solicitado la nacionalidad china, país de grandes libertades. Esta mujer fue también la que decidió quitar la estatua de Menendez y pelayo del patio de la biblioteca nacional. Sabdo es que Don Marcelino fue un magnífico filologo hispano, y ayudó bastante a la grandeza de nuestro idioma. Opino, humildemente que eso a Rosa Regás le molesta, entre otras cosas porque Menendez y Pelayo hablaba correctamente y no decía sandeces del tipo, "bienvenidos y bienvenidas" o "vascos y vascas"(Juan José Ibarreche).



Doña Rosa es así, amante de la libertad por eso, por eso también comentó un día que, "Los logros de este gobierno no llegan al pueblo porque la prensa no los sabe vender. Esto no pasaría si la prensa fuese del gobierno". Eso es, por eso mismo, deduzco que se va a China.



Sra. Regás vayase con viento fresco y dejenos aquí con la libertad que nos queda, que esperemos vaya en aumento, pese austed e impresentables como usted.



¡Suerte en China! A por tabaco.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Esta señora impresentable ha hecho mucho porque muchas personas denosten la cultura. No sabía lo de que se quería ir a China, pero al leerlo, las lagrimas florecieron de mis ojos. ¡Que alegría! ¡Que se vaya ya!