Lo decía en el artículo referente a la diada de Cataluña. Una de las ventajas que encontraron los nazis en la Alemania de los años treinta, con respecto a su obsesión por echar a los judíos de su sociedad, fue la complicidad de gran parte del pueblo alemán. Los alemanes bombardeados por consignas falsas, lanzadas por los nazis, se iban identificando cada vez más con esas mentiras. Pero el gran logro nazi fue que los mismos vecinos de los judíos desearan que se fueran, para que su presencia allí no les afectara. No es que opinaran mal de las personas de esa raza, sino que como el acoso de los carroñeros era brutal, le quemaban sus negocios...... Para que lo entiendan, algo parecido, por no decir igual, que lo que hacen los perros etarras en vascongadas con quienes no se arrodillan ante ellos. Pues los propios vecinos deseaban que se fueran de allí los judíos, para dejar de tener problemas y mala imagen en sus propios barrios. Con esto declaraban culpable a las propias victimas.
Aquí en España también tenemos ejemplos pasados de casos así. Los más lejanos son de esa época añorada por los progres, la II República española. un periódico anarquista de aquella etapa oscura de España contaba la agresión a un sacerdote por unos anarquistas, y lo hacía de la siguiente manera: "El sacerdote caminaba calle abajo con sotana, y ante tal provocación......" Es decir el maligno cura se permitía andar por la calle, el delincuente. Hoy en día tenemos muchos ejemplos, E.T.A. en vascongadas actúa así, de hecho personas del pueblo de Lizarza reprochaban a Regina Otaola que hubiera llavado allí a la policía, que los niños tenían miedo. Osea el miedo lo provoca la policía, no los asesinos cobardes de E.T.A. En Cataluña es igual, pero hasta en Madrid, en Sevilla.... Yo sé de personas que no quieren cerca de ellos sedes del Partido Popular, porque como vienen a agredirles, prefieren esta lejos de ellos.
Lo más grave es que se acusara a Aznar y al gobierno del Partido Popular de los atentados del 11 de Marzo de 2004. Nos quieren hacer ver que los miembros del Partido Popular pusieron las bombas en los trenes, y no hay que buscar más culpables. Tanto caló esta opinión el pueblo español que ganaron las elecciones quienes la alimentaron.
Los últimos días han acaecido hechos gravisimos, como los de Lizarza, donde Regina Otaola, la alcaldesa ha hecho cumplir la ley de banderas, y por ello recibió amenazas de muerte en público. Ante esto el presidente del gobierno, el que dice que sabe todo sobre el asesinato de 192 compatriotas en Marzo de 2004, y culpa al P.P., sólo dice que "es de corto alcance" hablar de la ley de banderas. Toda una muestra de apoyo. Pero además y para perder ya la cabeza es lo sucedido el pasado día 11 de Septiembre en Barcelona en los actos de celebración del día de la comunidad. Abucheos, piedras.... ese fue el recibimiento a los miembros del Partido Popular. Pero no se quedó ahí, a Alberto Fernandez, portavoz del grupo Popular en el Ayuntamiento de Barcelona, lo amenazaron de muerte, "Alberto, mira debajo de tu coche, hijo de puta", bastante explicita la amenaza. Ante esto la ministra Salgado se ha limitado a decir que el P.P. " tiene mucho que aprender en términos de convivencia".
Y es que todo aquel que sea una persona liberal, con valores morales, trabajadora y honrada, pone en evidencia a este gobierno que desea perpetuarse en el poder, por lo tanto como los nazis se propusieron hacer con los judíos en la sociedad alemana, estos señores se han propuesto hacer con todos aquellos que no piensan como ellos. Lo intentaron en los años treinta, y aquello dió lugar a una guerra civil. Esperemos que esta vez no termine así, pero debemos estar preparados para "luchar" con la palabra y nuestras obras.
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