¡¡¡¡Zapatero gafeeeeeeee!!!

Nunca creí en supersticiones, nunca pensé que eso fuera real, tanto es así, que recuerdo perfectamente los "cates" que me propinaba mi madre en las manos, si se me ocurría ponerme a dar vueltas a un cenicero o a un paragüas dentro de casa. Siempre he mantenido una ardua guerra con aquellos que eran supersticiosos, me he reido de ellos, pero hoy he de reconocer que he perdido, que llevaban ustedes y mi madre razón, y si la supersticion existe es por algo.

Nos las prometíamos muy felices todos los españolitos con nuestra selección de baloncesto, doce grandes hombres, doce corazones empujados por cuarenta millones de españoles. Ganamos bien los partidos de la primera y segunda fase, perdimos contra Croacia, pero solo fue un mero accidente. Llegan los cruces y barrimos a Alemania, ganamos a Grecia, y la final. Juaríamos contra Rusia, ya leganamos en la segunda fase, partido apriori superable.

Pero ahí estaba ÉL, ese ser extraño, maquiavelico e inefable. Aquel que llamó fracasada a Angela Merkel fracasada, y después ganó las elecciones, aquel que dio su apoyo expreso al candidato demócrata en las elecciones norteamericanas, y ganó Bush, el republicano. Y aquel mismo que participó en mitines de Ségolène Royal, para que Nicolas Sarkozy arrasara a la candidata socialista.

Pues ese indeseable personaje hoy fue al palacio de los deportes de Madrid, a ver la Final del Eurobasket, y expresó su adesión a la selección española, y durante el descanso dijo que seguro que nos llevabamos el oro. ¡¡¡¡¡¡CAAAAALLAAAAAATÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉ!!!!!! ¿No ves que cuando hablas sube el pan? Aunque a ti eso te da igual. Gafe, gafe, gafe. Ojalá te marches pronto de la moncloa, entre otras cosas por ser un gafe. De hecho en este blog no volveremos a mencinar su nombre, pues tememos por la vida de quienes lo hacemos.

Gafe, gafe, gafe, gafe, gafe, gafe, gafe.........